Con esta serie de fotografías quería ofrecer una ventana a un mañana posible, un mundo postapocalíptico más positivo, usando prendas recicladas, customizadas, utilería y espacios, siempre jugando con el color y las texturas con la idea de recrear una fusión de moda sostenible que mira al futuro y prendas que han sido usadas y aprovechadas con reminiscencias del pasado.
Con este proyecto busqué algo que estuviese relacionado con la moda, que llamase la atención por lo visual sin la pretensión de un resultado comercial y que primase la creatividad sin quedarse en lo superficial potenciando el mensaje. En general, perseguía un resultado que no fuese simplemente la venta de un producto, no quería hacer marketing de prendas o marcas, buscaba algo que me obligase a utilizar mi parte creativa y trabajar varios ámbitos de la imagen de la moda: el vestuario, el espacio, los elementos, la ambientación y el arte final, no quedarme solo en la figura. Ese fue el motivo por el que decidí crear una editorial, consideré que dentro del ámbito del estilista y la moda era el trabajo que me permitía pensar en los diferentes departamentos.
El tema nace de una preocupación actual. Nuestro planeta sufre las consecuencias de la explotación humana, no es algo que está por llegar, es un hecho, está sucediendo ahora. A pesar de que es evidente que mi generación va a vivir desastres naturales apocalípticos y que el creciente interés por el cuidado del planeta esta llegando a todo tipo de industrias y clases sociales, todo es demasiado lento, demasiado poco eficaz, demasiado tarde. El interés social y político relega la ecología, la tierra, nuestro único planeta al último puesto en la lista de tareas.
Para la creación de mi utopía imaginé un futuro en el que durante siglos los humanos deberán vivir en determinadas condiciones si quieren restaurar en la medida de lo posible, los ecosistemas dañados. Para ello su consciencia cambia en pocas generaciones, lo que al principio eran restricciones y obligaciones se asumen como rutinas naturales y necesarias. En este mundo la industria ha cambiado por completo, todo es circular, mimetizándose así con los ciclos de la propia naturaleza. La pirámide de necesidades se ha invertido, ya no hay necesidad de tener de todo y cambiarlo al poco tiempo. Se tiende a restaurar, arreglar y cuando es imposible darle su uso original se degrada para formar otra cosa. En gran medida la población valora la tranquilidad, lo natural y sencillo. No se renuncia sin embargo al avance tecnológico que además de seguir ayudando a evolucionar a la especie humana ha contribuido en gran medida a ir recuperando poco a poco el medio ambiente destruido tiempo atrás. Hay una tendencia a rescatar el sentido del tacto, lo que supone una gran variedad de texturas y superficies en los objetos y textiles.
Aunque dirigido por mí, este es un trabajo de equipo y conté con Samantha Vottari (@svottari) como modelo, en maquillaje y peluquería Paz García (@pazgarcía_mua), y fotografía de C.B.
El proyecto completo puede verse en http://www.delcastillocoronado.com/ y en las historias destacadas de mi Instagram personal @delcastillocoronado
