Es en este momento cuando aparece la sección décima en la ubicación que todavía hoy tiene en la que entonces se conocía como calle del Pacífico, en su número 25. Ocupaba en aquel tiempo los bajos de un edificio particular que hasta entonces había servido como comercio y donde se albergaban diversos talleres. Era práctica habitual que la Escuela de Madrid tuviera que alquilar toda suerte de locales para dar cobijo al creciente número de alumno si que en muchos casos estos lugares reuniesen las condiciones adecuadas para la impartición de las clase.
Ocupaba esta sección décima un espacio claramente insuficiente para las necesidades docentes. Las peticiones de recursos para mejorar las instalaciones y los requerimientos a los propietarios de la finca para que resolvieran ciertas anomalías ocupan a la dirección de la escuela durante varios cursos.
Entre los profesores que ya impartían allí clases de dibujo se encontraba el valenciano Ignacio Pinazo Camarlench que compatibilizaba esta tarea con la docencia en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando.