Erasmus de prácticas de Fernando Arroyo, de Mobiliario

Fernando nos habla de su movilidad Erasmus en el estudio de Nacho Carbonell en Eindhoven (Países Bajos) .

“If not now, then when?” DDW19

He de confesar que mi interés por el diseño de mobiliario surgió cuando descubrí el trabajo de Nacho Carbonell. Tras mis estudios en Bellas Artes, sin poder ganarme la vida con la escultura, tocaba reinventarse, buscar otro camino. En esta búsqueda, a través de la red encontré la obra de Nacho. Fue como una bofetada: ¿qué es esto?, ¿quién es este tío?… quedé alucinado.

Cuando tuve la oportunidad de solicitar la movilidad Erasmus, tenía claro que debía de ser con él. No contacté con ninguna otra empresa pero eso sí, me pasé varios meses trabajando en la manera en la que le pediría que me aceptara en prácticas. Tenía que ser algo diferente. Diseñé una especie de fanzine, lo metí en una cajita de cartón y se lo mandé por correo… Cuando tuve la entrevista por Skype me agradeció que le hubiera mandado algo atípico y me preguntó si podía enseñarle más trabajos.

Mi consejo es que no aburras mostrando todo lo que has hecho. Menos es más.

El aterrizaje en Eindhoven fue bueno, teniendo en cuenta que yo nunca había vivido fuera de España y que mi nivel de inglés es bastante… justo. La ciudad está bien, ni muy grande ni muy pequeña, cómoda para manejarte con la bici (creo que hay más bicis que personas). Suele llover mucho lo que favorece las grandes zonas verdes de la ciudad.  Hay dos eventos principales al año: la Dutch Design Week a finales de octubre y el Glow (festival de las luces) a mediados de noviembre. También está la Design Academy, unos de los centros internacionales más potentes en la formación de diseñadores.

El diseño en Holanda es conceptual e innovador, una cosa emocional. En el estudio de Nacho trabajan 11 personas fijas y varias en prácticas, según la temporada. Las nacionalidades son variadas. Al tener todos en común el estar lejos de sus orígenes se crea un vínculo especial, una familia en la que unos a otros se cuidan. Cuando toca salir de nuestra zona de confort aparecen los miedos, las inseguridades, pero si no das el paso puede que te arrepientas el resto de tu vida.

Tener la oportunidad de trabajar con alguien a quien admiras es algo increíble, no paras de aprender. El trabajo de Nacho es un trabajo artesano alejado del diseño industrializado, lejos de las metodologías y de las reglas tradicionales. El día a día en el estudio es anti-monotonía. Cada uno puede llegar a estar implicado en dos o tres proyectos (cuando no son cuatro), lo que te hace estar motivado y no aburrirte.

Experimentas con diversos materiales, diferentes técnicas, diferentes propuestas. Cada obra es única y se dedican infinidad de horas. En el proceso creativo surgen señales que te muestran otros caminos que llevan a otras obras y en esos trabajos surgen otros caminos y así sucesivamente, siempre atentos al proceso.

En resumen, iba para 6 meses y vuelvo después de casi un año. Mi agradecimiento a Artediez por haberme permitido disfrutar allí estos meses y a los compañeros solo decirles que aprovechen la oportunidad.  Es una experiencia inolvidable.