En el National College of Art & Design de Dublín por José Rubén Campillo

La experiencia de J.R.Campillo de Modelismo industrial, en movilidad Erasmus+ en Dublín.


Liffey River – Jeanie Johnston Ship

No creo que ningún Erasmus sea igual, cada uno es una experiencia única que no se cambiaría por nada.

Entré en Artediez con 26 años, con formación más técnica e ingenieril que artística, y decidí dedicarme al diseño. Disfruté mucho los años cursados en Artediez y así lo reflejé el portfolio que presenté en el The National College of Art and Design de Dublín, en Irlanda. Es una escuela pública con muchísimas solicitudes por lo que es muy complicado que te acepten como Erasmus. Así que estoy muy agradecido.


Custom house – edificio de aduanas

Irlanda es preciosa, verde, un paraje natural, rural muy bonito. Económicamente está a la cabeza de Europa, pero olvídate del sol y de las estaciones. El tiempo es templado y húmedo y es fácil que en un día llueva, haga viento y luego esté soleado. Me encanta el tiempo de Madrid y por eso lo he echado de menos.

Dublín es una ciudad casi nueva que ha crecido con algo de desorden. Hay empleo y se respira optimismo y tiene mucha vida social. El ocio es en bares desde las 6 hasta las 2 de la mañana. En España es más callejero, nos encanta el paseo, comer a la vez que bebemos y trasnochar. Si te gusta la cerveza y comer patatas bienvenido a Dublín.


Phoenix Park – Deers

La vida es bastante cara, y encontrar alojamiento es muy difícil, cuesta más de 600€ al mes por un cuarto. Los precios están en relación a los sueldos, eso se gana en dos semanas de trabajo.

Mi experiencia Erasmus fue un empujón, ya que tuve que trabajar y estudiar. Estoy contento y agradecido porque encontré trabajo de fin de semana en un bar de copas, haciendo unas 30 horas. Fue una experiencia de independencia, de trabajo, de estudio en el extranjero, y de vivir por mi cuenta.


Mi primera fiesta Erasmus

De este modo he sabido que lo que de verdad quería: el diseño, que ha sido mi ocio durante la semana. Aunque pueda parecer extraño, mis momentos en el estudio eran lo mejor de la semana. Otra cosa que de verdad he aprendido es a valorar es a las personas que me han acompañado y que he tenido la suerte de conocer, en el trabajo, en el alojamiento, con mis compañeros de Erasmus o con el resto de estudiantes del NCAD.

Puedes aprender un idioma sin estudiar y puedes haber estado yendo toda tu vida a clase de inglés y no saberlo. Con 13 años tenía un B1 de inglés por lo que viví de las rentas, a veces leía en inglés o veía pelis y series. Ahora sé que la forma de aprender un idioma es usarlo, rodearte de amigos nativos y hablarlo y escucharlo a diario. A pesar de los errores, día tras día, es inevitable que retengas las expresiones comunes y todo va siendo natural y fácil, y acabarás tras un par de meses y con un par de pintas encima hablando como los loros en la lengua de Shakespeare.

Lo mejor de todo, sin duda, aparte de las personas, fue el NCAD. Me ha encantado y tengo recuerdos muy bonitos de allí, en toda la escuela se respira arte. Alberga estudiantes de diseño de moda, gráfico, industrial, multimedia, así como a diferentes tipos de artistas plásticos, gente que se dedica a joyería, cerámica, escultura, o pintura…  De hecho, las exhibiciones de fin de curso son dignas de ver; es un centro cultural durante un par de semanas. En la Escuela se respira tolerancia y respeto. No es muy grande, con espacio en otros edificios cercanos, pero tiene mucho encanto. Parte del edificio fue una destilería de whisky reformada y ampliada.  Los alumnos intervienen en la Escuela o en un lugar de encuentro de la escuela, llamada Red Square.


Red square

La asociación de estudiantes de la escuela es muy activa y a lo largo del curso organizan diferentes fiestas temáticas o según eventos, comienzo de curso, Halloween, San Valentín, Navidad, etc.


NCAD Student Union

El Departamento de Diseño de Interacción y de Producto, en el que estudié es uno de los mejores, tienen un taller muy completo, con máquinas cnc grandes e incluso torno y fresa mecánicos, corte láser, impresoras 3d, moldeado por termoconformado, estación de soldadura… La vida académica se desarrolla en un aula en la que cada alumno tiene su mesa y su parte en el estudio. Así trabajas en tus propios proyectos o bien interactuando con tus compañeros de clase. De vez en cuando hay pequeñas clases magistrales o bien de los tutores hablando de los proyectos en curso, o sobre asuntos o conceptos teóricos que son convenientes a tener en cuenta para los proyectos, para practicar o investigar.


 Smiley y presentaciones forced migration

La enseñanza es muy diferente, se trabaja por proyectos estructurados para obtener conocimientos en su desarrollo. Hay entregas y exposiciones con frecuencia, recibes valoraciones y calificaciones, pero en general hay una gran libertad creativa y de aprendizaje por cuenta propia, los tutores y especialistas siempre están a tu disposición. Los profesores son en su mayoría diseñadores e ingenieros, algunos están en activo. Los proyectos trataban sobre diseño centrado en el usuario, o de diseño social para refugiados, otros eran sobre función o forma, o bien centrado en la manufactura o la sostenibilidad o en la biomímesis. Todo muy bien organizado por el departamento.


Daniel and Blue foam

Creo que he aprendido muchísimo, sobre todo por contraste y comparación. Los primeros meses hay que adaptarse a la independencia, creo que de verdad te conoces cuando te encuentras sólo ante una situación nueva, y de verdad te descubres a través de tus relaciones con el mundo, laborales, sentimentales o de amistad. Una vez que te has adaptado es tiempo para aprender y disfrutar y más tarde lo es para comparar con lo que conocías de antes. Con el tiempo valorarás y serás más crítico con tu familia, con tu país y contigo mismo. Sonará cursi, pero quiero más a mi país, a mi ciudad, a mis amigos, a mi profesión y a mi familia más ahora que antes, aunque también soy mucho más crítico con todo.


Presentación función y forma


Presentación fixperts

Cuando llegué a Dublín pensé que, aunque todo fuese mal, merecería la pena.  Creo que he tenido mucha suerte, pero hasta los peores días son para el recuerdo y está claro que no volveré a ser el mismo que era y espero ser algo mejor como persona, amigo, hijo, maquetista o diseñador industrial. Es una experiencia irrepetible, para mí ya es parte de mi vida y lo será siempre, y tengo recuerdos que me llevo conmigo que no los cambiaría por nada.


Coworkers

Lo otro que tendría que agradecer es a las personas que me han acompañado en Dublín y desde España, cada día, no digo nombres porque no acabaría nunca y me enredaría más de lo que ya lo he hecho, pero ellos saben muy bien quiénes son. Se les quiere. Gracias por todo.