El relato de la movilidad Erasmus+ para prácticas que ha realizado en los Países Bajos, Cristina Saldaña de Modelismo industrial.
En la Escuela siempre animé a mis compañeros para que aprovecharan la oportunidad que ofrece Erasmus. Cada vez que he tenido ocasión he vivido fuera del país, me parece que enfrentarse a entornos distintos y convivir con gente de otras culturas es algo imprescindible, nos enseña a entender mejor el mundo, a valorar las cosas que tenemos en casa y las que podríamos mejorar.
En mi segundo año, durante la investigación para un trabajo de clase, conocí por primera vez el trabajo de Nacho Carbonell. Tuve la suerte de poder asistir a una conferencia suya pocos meses después y en ese momento tuve claro que, si volvía a irme del país, sería para trabajar con él. Di la tabarra a muchos de mis profes para que me guiaran en este nuevo reto, ya que como todos sabéis, no es fácil salir al mercado laboral y menos en el mundo creativo.
Y aquí estamos. Nacho me acogió para hacer unas prácticas de 6 meses en su estudio de Holanda, 10 meses después sigo aquí, ahora como una trabajadora más.
La experiencia está siendo única, creo que hay pocos estudios como el suyo.
Todas las piezas se hacen a mano, esto nos permite experimentar con todo tipo de técnicas y materiales, a los que damos un uso distinto del que estaban destinados inicialmente; estos pueden provenir desde una recolecta otoñal en los bosques de la zona, a materiales de fácil acceso en el mercado, o la reutilización de materiales comunes que ya no tienen su utilidad inicial. En cuanto a las técnicas, siempre se intenta reinventar cada uno de los procesos, inspirándonos en técnicas ya consolidadas.
Dentro del estudio hay varios departamentos, pero siempre acaban estando todos entrelazados, permitiéndonos aprender y saltar de una técnica/material a otra/o bastante a menudo.
Nacho y Paloma han creado un espacio único, somos como una pequeña/gran familia y como tal, celebramos cumpleaños, fiestas en casa.
Algo curioso del estudio es que cada día uno de nosotros tiene que cocinar para todos y solemos ser de 8 a 15 personas, por lo que podríamos decir que también son unas prácticas culinarias.
Durante mis meses de prácticas estuvimos trabajando en las piezas que irían más tarde a PAD París y Ca´d´oro Venecia. Para estas exhibiciones participé en la creación del Chandelier, compuesto por más de 20 lámparas y “The Throne”; estas piezas están realizadas con la misma técnica, parten de una estructura de acero y sus copas la hacemos con mallas metálicas estándar. Actualmente se encuentran en Venecia y aunque no están oficialmente en la Biennale d’Arte, si se podrán visitar en las mismas fechas que ésta.
Una vez que finalizamos esta etapa, Nacho cerró unos días el estudio y nos fuimos todos juntos a Venecia para ver la exhibición y aprovechando la ocasión pudimos visitar también la Biennale d’Arte.
Pero estos no fueron los únicos proyectos en los que participé. Colaboré en el departamento donde se hacen las piezas de cristal. Entre ellas se encuentra “Broken Sea” hecha con una re-interpretación de la clásica técnica Tiffanys.
El estudio se encuentra en Eindhoven, es una ciudad pequeña, que en los últimos 15 años se ha convertido en un gran referente para el diseño debido a su gran cantidad de estudios tanto de diseñadores emergentes, como ya consolidados y a la Design Academy, de la que han salido grandes nombres del diseño como: Martin Bass, Hella Jongerius o Nacho Carbonell, hoy en día todos ellos siguen muy conectados con la escuela, pero ahora como profesores.
Desde finales del s.XIX la industria de la ciudad creció espectacularmente gracias Philips. Este hecho cambió por completo la arquitectura de la ciudad y no tiene las típicas casas holandesas como en Ámsterdam o Utrecht. Sus sedes originarias, siguen estando en pie, aunque reconvertidas en espacios de ocio como el cine NatLab, donde se proyecta cine independiente en V.O.
He de reconocer que la ciudad en sí, a primera vista no parece interesante cuando la visitas y de hecho como turista es así, Pero si estáis estudiando diseño o eres diseñador, debes venir y el mejor momento, si aún no conoces a nadie, es durante la Design week ya que tendréis acceso a muchos de los estudios de la ciudad y si eso no os inspira, al menos disfrutar de sus atardeceres, que son mágicos.