Weeping Brides, por Belén Amador Varela

¿Qué frontera marca el margen del significado de algo o de alguien?

Un mínimo detalla nos transmuta… La percepción… Sumar o restar…

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Reforzar el mensaje o desvirtuarlo, alentar o equivocar al que observa. Basta con trastocar el orden… mirar con otros ojos, jugar… para que todo gire, de la vuelta y adquiera una nueva dimensión. Teatro. Más allá de la palabra.

Todo aquello que trascienda en la percepción usual de una figura humana, que la transforme físicamente o le otorgue un nuevo significado que confunda a nuestros ojos, es digno de tener en cuenta.

Jugar al equívoco… divirtiendo, inquietando, emocionando…

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“Weeping Brides” es un proyecto de estilismo, que sirve de imagen para la campaña publicitaria que tendrá como objetivo la promoción de un festival de artes escénicas, de carácter independiente, experimental, de público inquieto y poco convencional que disfruta del teatro en espacios escénicos diferentes, de aforos reducidos y que busca en el mismo, además  de entretenimiento, una experiencia.

Dicho proyecto encuentra nombre propio en el universo de los personajes femeninos de William Shakespeare que por su universalidad, precisamente, admite múltiples interpretaciones…

No se trata de recrearlos, solo basarnos en la pulsión dramática de los mismos. Un pretexto… un juego visual donde la exageración, lo lúdico y lo extravagante atrapen la atención y aviven nuestra curiosidad.

Ojos y corazones… El surrealismo y el simbolismo juegan con ellos a sus anchas y les procuran significados infinitos… A través de sus lenguajes una época contradictoria, el siglo XIX, me ayudó a recopilar los ingredientes visuales de mi “receta” con algunos de su iconos y fetiches: “Lover´s Eyes”, púdicas prendas de amor convertidas en joyas; crinolinas, las altivas carceleras, aderezo y jaula… fotos y daguerrotipos de mujeres germen de la mujer actual, las últimas en ceñir la crinolina…

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Presentadas tres propuestas: Ofelia, Lady Macbeth y Desdemona, fue esta última la escogida para realizar el prototipo, compuesto de tres piezas: un tocado, una estructura a modo de crinolina o “falda jaula”, y un corazón a modo de broche o colgante. La tres prendas, poco convencionales, fueron realizadas de forma artesanal y en materiales muy diversos, como resina, madera, tapicería y terciopelo… entre otros.

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Belén Amador Varela