Les Besties d’Asturies se trata de un libro de bestias o bestiario, que recopila a los seres de la mitología asturiana con la intención de hacer una reinterpretación tanto estética como narrativa, alejada del ya interiorizado imaginario colectivo de los mismos.
En él muestro mi visión más personal del mundo legendario asturiano rescatando algo que parece haberse disipado con el paso del tiempo: La crudeza del origen más primitivo de las leyendas asturianas tradicionales. Cargadas, de la misma forma que el resto de creencias a lo largo de la historia, de incertidumbre, incomprensión del mundo y los miedos más primarios e instintivos de la humanidad: Muerte, hambre, tormentas y depredadores. La información sugerida en el bestiario sobre cada criatura se distancia ligeramente de la clásica, que comprende diversas versiones de las leyendas, casi siempre contradictorias, caricaturizadas, y con ciertos resquicios morales y misóginos heredados de la influencia católica. Es manipulada, por tanto, añadiendo aportaciones de cultivo propio que abrazan y beben, tanto de la iconografía religiosa como de su recorrido histórico, con el objetivo de retratar y divulgar una crítica social más actualizada.
Las ilustraciones surgen a través del diálogo y la experimentación con técnicas tradicionales que hacen alusión al fuerte arraigo de dichas leyendas en la cultura asturiana, pero que al mismo tiempo buscan romper con el imaginario, huyendo de la infantilización y la llamativa policromía de las representaciones existentes. Dicha experimentación se enfoca en obtener resultados similares a la estética del grabado calcográfico: La atmósfera que éste genera, su tradicionalidad y sus manchas, así como el azar, el acierto y el error que éstas ofrecen. Hago uso, por tanto, de la técnica de la punta seca s/brik para las ilustraciones interiores, cuyo característico tono metalizado, propio del aluminio presente en el soporte, se entremezcla con los claroscuros de la pintura y los trazos previamente dibujados con la aguja de acero, dando como resultado imágenes monocromas que juegan con el contraste y las texturas, generando atmósferas con un siniestro misticismo.
A ésto se le suma la búsqueda de la sencillez y la elegancia en el aspecto global del bestiario, envuelto por sobrias cubiertas negras, a excepción de la técnica del stamping dorado de la portada, presente en el título y la silueta de una serpiente, enmascarada, en los dos tercios inferiores del libro, por una sobrecubierta ilustrada. En ella aparece una representación de la obra “Adán y Eva” de Tiziano a modo de mini poster, empleando la técnica del carboncillo con monotipia.
El libro se materializa en papeles reciclados, donde su textura y presencia sensorial cobra especial relevancia, así como el anteriormente mencionado stamping y las técnicas novedosas de sus ilustraciones, conformando un proyecto que apuesta por la originalidad y la experimentación artística.
Este bestiario da pie, desde el inicio de su planteamiento, a que el lector reflexione sobre su contenido y desarrolle sus propias conclusiones tras cuestionarse preguntas como: Por qué tememos a las bestias, por qué actúan como actúan y si realmente es el ser humano quien debe temer o ser temido. En definitiva, pretendo captar las luces y las tinieblas de cada criatura para mostrar su realidad.