Artediez colabora en la exposición: De hambre y amor Afiches de El Fantasma de Heredia

El Fantasma de Heredia  inició su actividad en 1992 en Argentina y es un estudio profesional con un modo particular de entender su actividad que definen como una gráfica política, social y cultural. El estilo de Anabella Salem y Gabriel Mateu es muy reconocible y sus diseños siempre presentan un marcado sesgo de activismo visual. Su trabajo se materializa en proyectos sobre educación, desarrollo, comunicación, ecología, justicia, niñez, género, pobreza, salud, medio ambiente, asociacionismo y artes. Algunos de sus proyectos gráficos más conocidos los realizaron para la radio comunitaria FM La Tribu, el diario Hecho en Buenos Aires, organizaciones de la Memoria y diversos centros de cooperativismo.

Sus referentes están principalmente en la gráfica activista francesa (Grapus) y los carteles de la Escuela Polaca (Tomaszewski, Cieslewicz). Para el Fantasma de Heredia la mirada, los valores personales y la relación con el entorno son la clave, y señalan que «a la par de diseñadores, somos personas responsables del mundo que habitamos». Anabella y Gabriel diseñan con convicción, corren riesgos, aman la independencia y trabajar con libertad desde su casa-estudio.

Lo más interesante de su trabajo es que, como señalábamos anteriormente, siendo evidentes sus raíces argentinas, esas preocupaciones locales nunca se alejan de lo universal. Los carteles de El Fantasma de Heredia se enfrentan cara a cara con los problemas más cotidianos y comunes que aquejan a la humanidad: la violencia contra las mujeres, el fascismo, la infancia dañada por la pobreza, el capitalismo salvaje, la ecología, los modelos culturales hegemónicos, y un largo etc.

En los carteles de El Fantasma se dan cita multitud de formas de naturaleza etérea, manchas y borrones caligráficos. Utilizan colores degradados, fragmentos fotográficos, dibujos y tipografía en un blanco y negro dramático, elementos crudos y yuxtapuestos, letras trazadas a mano… Este desorden aparente evoca una estética personal de la urgencia donde se dan la mano provocación y humor, tragedia y ternura, pasión y reflexión, grito y silencio. Poesía. En resumidas cuentas…

¿Quiénes son El Fantasma de Heredia? La respuesta nos la dan ellos: «Los trabajos que hacemos y la gente con la que nos cruzamos somos. Somos también, claro, los libros que leímos, las canciones que escuchamos, las películas que vimos, el amor y las muertes que nos atravesaron.»

¿Por qué nos gusta tanto su trabajo? Porque Anabella y Gabriel dibujan, hacen fotos, escriben, piensan, imprimen, editan, diseñan, con el humor y la seriedad que los grandes maestros les contagiaron.