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Bibliografía
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Aaker, David A. y Myers, John G.
Management de la publicidad II. Hispano Europea Barcelona, 1989.
> Dobrow, Larry. When advertising tried harder. The Sixties: the
Golden Age of American Advertising. Friendly Press Nueva York, 1984
> Meyers, William. Los creadores de imagen. Ariel Barcelona,
1986
> Eguizábal Maza, Raúl. Historia de la publicidad. Eresma, Celeste
Ediciones Madrid, 199 .
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El
concepto de ejecución
de William R. Bernbach
La agencia Doyle, Dane & Bernbach, creada en 1949, instauró
una concepción nueva en la creación publicitaria.
Frente el enfoque de Ogilvy y otros publicitarios
de su tiempo que hacían un gran hincapié en los contenidos por
encima de las formas, Bill Bernbach creía firmemente que “la
ejecución puede convertirse en contenido; puede ser tan importante como
lo que se dice”. De alguna forma este planteamiento evitaba situar
al publicitario en una posición superior frente a la audiencia.
Las características más habituales de su publicidad serían:
1. Evita la exageración,
así como los clichés y la reiterada repetición.
2. El enfoque es
directo y simple. “Se debe ser lo más simple, rápido y penetrante [...]
venderles de la manera más económica y creativa posible.”
3. Los anuncios deben
sobresalir, tener un carácter propio. “Nadie los leerá si no se dicen
con simpatía, originalidad e imaginación [...] en forma diferente”.
4. Ignora la
regla de que el humor no vende.
Robert Fine, uno de sus redactores decía: “Nosotros reconocemos que
un anuncio es un intruso. A la gente no necesariamente le gustan los anuncios
y si es posible, los evitan. Por consiguiente, para realizar un buen anuncio
existe una obligación de recompensar al lector por su tiempo y su paciencia
[...] De esta manera, el entretenimiento o la diversión es una
forma de recompensa”.
5. Doyle, Dane &
Bernbach restan importancia a la investigación pues consideran que tiende
a generar anuncios demasiado similares. Los mismos datos conducen a las
mismas conclusiones. Para Frank Rowsome “una de las desventajas de
hacer todo en forma cuantitativa a través de la investigación es que,
después de un tiempo, todos lo hacen de la misma manera [...] Si
se actúa de manera que una vez que ha encontrado lo que tiene que decirse
se considera el trabajo como realizado, entonces, lo que se hace es repetir
la misma forma de los demás; así pues, se pierde totalmente el
impacto”.
Una de las primeras
cuentas de Bernbach fue el pan Levy, un pan judío de centeno. Para
la radio, una de sus comenzaba con la voz de un niño que pedía pan y su
madre corregía la pronunciación sin emplear un tipo de comunicación dogmática,
sin aclamar nada acerca del producto se consiguió que la marca alcanzara
una gran notoriedad. Para Avis DDB empleó claramente sus técnicas. El
slogan “We are number two; we try harder” mostraba a los clientes
que podían esperar lo mejor de la empresa, pues estando en segundo lugar,
era indudable que se esforzaban por hacerlo mejor. Indica la posición
opuesta para más tarde refutarla. La campaña fue apoyada con botones para
las solapas y tuvo un gran impacto entre los propios empleados de la compañía.
La campaña estimuló la demanda de Hertz pero afectó negativamente
a quienes seguían a Avis en el ranking como la compañía National.
Funcionó hasta que Hertz contraatacó con un enfoque muy directo.
Pero la más destacada de las campañas fue Volkswagen y fue el inicio de
la década de mayor creatividad de la publicidad norteamericana. Se utilizaba
un tratamiento gráfico muy sencillo frente a la mayoría de las marcas
de coches americanas que empleaban dibujos retocados. Los anuncios presentaban
una gran foto, generalmente en blanco y negro, y un texto provocativo:
“Imposible” junto a un radiador que echaba humo; “Nadie es perfecto”
junto a una llanta desinflada; “La fealdad es sólo superficial”
junto a una lista de ventajas; “No lo piense mucho” [Think
small] y “Lemon“. En las versiones televisivas se seguía un enfoque
similar: “¿ha pensado como el encargado de la maquina quitanieves llega
hasta él?”. Muchos de estos anuncios menospreciaban el producto y
fueron aprobados con muchas reticencias por el anunciante. Pocas campañas
han llevado hasta tal extremo estos principios. Se convirtió en un fenómeno
comunicativo que llegó hasta los editoriales de las revistas.
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