La historia de la Escuela de Artediez

El diseño como fenómeno social

La irrupción del diseño como fenómeno social

En 1984 el Ministerio de Educación entendió que la autonomía de las escuelas de Madrid era una condición necesaria en el proceso de modernización en que sus enseñanzas artísticas estaban inmersas. Una orden de 27 de febrero de 1984 desarrollaba el Real Decreto 283.1984, de 8 de febrero, que reestructuraba los Centros de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Madrid. La reestructuración de las escuelas se produjo, según indica la norma legal, “en el momento en que el Ministerio de Educación y Ciencia estudia la reordenación general de las enseñanzas bajo criterios de actualización y con vistas a una adecuada especialización de los centros”. De tal forma cada una de las secciones se convirtió en una escuela independiente con órganos de gestión autónomos y una oferta educativa más diferenciada. Cada una de ellas se especializó en un área de que permitiese obtener el máximo rendimiento de las instalaciones e infraestructuras, promoviendo “en la Escuela número 10, las artes aplicadas al libro”.

Al mismo tiempo en el ámbito legislativo se iniciaba la puesta en marcha de un sistema educativo nacido de la Constitución y que llevaría a la promulgación de una serie de leyes: la Ley Orgánica del Derecho a la Educación en 1985 que materializaba los principios constitucionales, y la Ley Orgánica General del Sistema Educativo en 1990 que reestructuraba todo el sistema de enseñanza español. En los que respecta a la enseñanza artística, los primeros pasos para la reforma del sistema educativo propiciaron una serie de experiencias.

En el marco de la regulación que estableció el Real Decreto 799.1984, de 28 de mayo, y, posteriormente el Real Decreto 942.1986, las enseñanzas de Artes Aplicadas se amplían con nuevos cursos comunes y nuevas especialidades que tienen el carácter de “experimental”. Entre las especialidades experimentales que aparecen se incluyen “Diseño Industrial” publicada en la Orden ministerial de 5 de junio de 1984, y las de “Diseño de Textiles y Moda”, “Diseño Gráfico”, “Diseño de Interiores” y “Diseño de Orfebrería y Joyería”, publicadas en la Orden ministerial de 20 de octubre de 1987.
Sería entonces cuando la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos nº 10 centrase su oferta educativa en una serie de especialidades relacionadas con el libro: el grabado, la fotografía, el diseño gráfico y la restauración del documento gráfico. Esta última disciplina dejaría la Escuela a finales de los años ochenta cuando se constituyera la que más tarde sería la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales.

Fue el primer director de esta nueva etapa Vicente Viñas a quien seguirían Juan Barreto (1986), Manuel Santiago Ludeña (1987•1990), Julia Oliet (1990•1991), Damián Ripio (1991), Isabel Marfil (1991•1996), Juan Pablo Villalpando (1996•2004) y Eugenio Vega (2004•2007).

Los cambios en la oferta educativa habían propiciado una definitiva transformación de los centros hacia una formación más actual e integrada dentro del sistema educativo, alejada de la vieja idea que los cursos monográficos habían dejado en la mentalidad popular. Esta tendencia a la normalización de sus enseñanzas se hizo patente con la implantación, con carácter experimental, de la Modalidad de Artes del Bachillerato en las Escuelas de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos por Real Decreto de 1986. Durante el período posterior al establecimiento de la Constitución Española de 1978 y anterior a la promulgación de la Ley General de Ordenación del Sistema Educativo de 1990, no se introducen modificaciones de carácter general, pero, sin embargo, se producen importantes transformaciones como consecuencia tanto del nuevo marco jurídico derivado de la Constitución, como del inicio de una serie de experiencias en el contexto de los trabajos preparatorios para la reforma del sistema educativo.

Por lo que respecta de las transformaciones producidas en el marco jurídico constitucional, cabe destacar la transferencia de competencias en materia de Educación a las Comunidades Autónomas que afectaron a estas enseñanzas al diversificar las administraciones que intervienen en la creación de sus Títulos y en la organización y gestión de las mismas.
A diferencia de los sistemas educativos de otros países, en España las enseñanzas de diseño estuvieron sometidas a las peculiaridades del proceso de modernización que la sociedad española inició a finales de los años cincuenta. La llegada de empresas europeas que abrieron plantas de montaje y fabricación estuvo impulsada en alguna medida por las mejores condiciones que para las compañías suponían los costes de mano de obra en España. Solo de forma tardía las administraciones educativas se dieron cuenta de la importancia que habría de suponer una adecuada formación de los profesionales en estas disciplinas. Esta toma de conciencia guardó relación con las dificultades que la producción industrial española comenzó a tener para competir en Europa una vez que los costes salariales dejaron de ser ventajosos.

Pero no sería hasta finales de la década de los ochenta cuando esta necesaria modernización de las enseñanzas artísticas y del diseño llegaría a entenderse como una prioridad del nuevo sistema educativo. La Ley Orgánica 1.1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo, LOGSE estableció para las enseñanzas artísticas los Ciclos Formativos de grado Medio y grado Superior, los estudios superiores de Conservación y Restauración de Bienes Culturales y los estudios superiores de Diseño y posibilitó la creación, al amparo de su Art. 49, de los estudios superiores de Cerámica y los del Vidrio. Sin embargo, a pesar de la evidente urgencia que la enseñanza del diseño precisaba, no fue hasta nueve años más tarde cuando se redacto finalmente la norma legal que permitía la incorporación de una titulación en Diseño. Por Real Decreto 1496.1999, de 24 de septiembre, se establecieron las enseñanzas mínimas y se reguló la prueba de acceso a los estudios superiores de Diseño. Con ello se dio fin a un prolongado esfuerzo de los sectores público y privado en estos campos para obtener el reconocimiento oficial de las enseñanzas superiores de Artes Plásticas y de Diseño.

El deseo de anticipar en lo posible la reforma del sistema educativo, hizo que en 1991 se iniciase una nueva experimentación de los ciclos formativos que posteriormente fueron regulados por la LOGSE. Las características académicas estructurales pueden resumirse en que la duración es, en general, de dos años, aunque para algunos de grado medio solo sea de un año. El currículo de los Ciclos Formativos de grado Superior, incluye una fase de formación práctica en empresas, estudios o talleres y la realización de un Proyecto Final de Carrera. Tras la superación de los estudios se obtiene la titulación de Técnico o Técnico Superior en Artes Plásticas y Diseño, en la especialidad correspondiente, para los Ciclos de grado Medio y de grado Superior respectivamente. La titulación tiene carácter oficial.

Por Real Decreto 389.1992, de 15 de abril, se establece la denominación de Escuela de Artes, para los centros que impartan los Ciclos Formativos de Artes Plásticas y Diseño, y el de Escuelas Superiores como denominación de los Centros que impartan las Enseñanzas Superiores de Artes Plásticas y de Diseño. Es a partir de ese momento en que la denominación oficial del centro es la Escuela de Arte 10.

En el sistema educativo español, el Estado tiene a su cargo la expedición de títulos y la determinación general de los contenidos curriculares que deben ser completados por las respectivas comunidades autónomas a las que corresponde la gestión de los centros. Las competencias, en materia de educación, se reparten entre el Estado central y las Comunidades Autónomas, siendo potestad del Estado, la regulación de las condiciones de obtención, expedición y homologación de los títulos académicos y profesionales y el establecimiento de las normas básicas para el desarrollo del Art. 27 de la Constitución, a fin de garantizar el cumplimiento de las obligaciones de los poderes públicos en esta materia.

Como culminación del proceso de transferencia de competencias de la Administración General del Estado a las diversas Comunidades Autónomas, en enero de 2000 la Escuela de Arte 10 es transferida a la Comunidad Autónoma de Madrid, pasando a depender de la Consejería de Educación de la misma. Esta nueva situación ha permitido que los centros de enseñanza se adapten de una forma más efectiva a las necesidades de cada una de las regiones, si bien ha dificultado el desarrollo de planes de estudios que faciliten la transferencia de alumnos.

En 2001 la Comunidad de Madrid redactó el currículo de los Ciclos Formativos de Artes Plásticas y Diseño que habrían de ser impartidos en las Escuelas de Arte de su marco competencia. En julio de 2002, redactó el currículo de los Estudios Superiores de Diseño y decidió la implantación provisional de la especialidad de Diseño de Interiores en la Escuela de Arte 4. Un año más tarde sería la Escuela de Arte 10 la que iniciase la impartición de la especialidad de Diseño Gráfico. Finalmente la enseñanza del diseño contaba con un marco legal más acorde con las necesidades del país y permitía que los alumnos recibiesen una formación con mayores posibilidades de integración en el futuro ámbito europeo.

En 1999 en la ciudad italiana de Bolonia, los ministros de educación de la Unión Europea firman una Declaración conjunta que dará inicio al llamado “proceso de convergencia” que tenía como objetivo facilitar un efectivo intercambio de titulados así como adaptar el contenido de los estudios universitarios a las demandas sociales. Todo esto condujo a la creación del Espacio Europeo de Educación Superior, un ámbito al que se incorporaron países incluso de fuera de la Unión Europea y que serviría de marco de referencia a las reformas educativas que muchos países habrían de iniciar en los primeros años de este nuevo siglo.

El proceso de convergencia, o proceso de Bolonia, afectó finalmente a las enseñanzas artísticas en la medida que, como enseñanzas superiores que habían sido definidas en el sistema español, debían integrarse en un ámbito transnacional que permitiese una formación más acorde con las transformaciones sociales.
El nuevo espacio europeo tiene por objetivo facilitar el intercambio de estudiantes y profesores y crear una nueva comunidad para la formación superior que atienda las necesidades de toda la Unión Europea.

Por su parte, la última reforma del sistema educativo español materializada en la Ley Orgánica de Educación de 2006 supuso una integración de las enseñanzas artísticas en el Espacio Europeo de Educación Superior [EEES]. Las equivalencias actuales de las titulaciones a diplomado o licenciado lo serán a los títulos de grado correspondientes.

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